Lo + personal de Alejandra Hurtado
El dulce arte de transformar un postre en algo más 


Por Sandra Blasco - Fotos Araceli Paz

Para Alejandra Hurtado un postre es entrega de felicidad, y de ello asoma una sonrisa que perdura en un grato recuerdo. 
El sentir el aroma a fruta, a flores, a masa recién hecha, a chocolate o vainilla, es una necesidad para esta postrera chilena de imagen dulce y frágil, pero de convicciones férreas. 

De talento innegable, Alejandra revolución el mundo de la repostería en Chile, formada en su país de origen y en Barcelona, donde ha estado en varias ocasiones apadrinada por los grandes maestros postreros de este país. 

Perseverante, toma pausa para analizar, avanza y sigue aprendiendo, convencida de que hay que ir más allá de una diligente técnica, allí es donde reside la excelencia, la diferenciación. Hay que sentir y ser coherente el propio discurso. 

Iguala la pastelería a la arquitectura por dar forma y construir desde una base solida y firme para sostener el sabor y las emociones. y es que su más profundo propósito es emocionar el paladar con algo bonito como puede ser un dulce. 

Aprovechando unos días de los que ha disfrutado de Barcelona, nos sentamos ante un café para charlar sobre la profesión, sobre ellos, los maestros artesanos; sobre Chile y España, y como vive cada país su sensibilidad por el mundo dulce. Promete volver pronto, y nosotros el volver a estar con ella y degustar uno de sus postres.


Por la mañana, ¿cómo es el desayuno?
Siempre fruta y café. Solo o con leche. 

¿Cuándo empieza el día?
Siempre a las siete, aunque en ocasiones antes, pero en «la buena vida» a las siete (sonríe).

¿Qué no falta en tu nevera?
No falta fruta ni vino blanco frío. Puede haber también alguna ensalada. 

¿Y qué no puede faltar en la mesa?
Pan, sin duda. Un pan casero recién horneado del día. 

¿Cocinas en casa?
La verdad que poco, cocina mi madre. Aunque yo me encargo de hacer el postre. En casa hago postres sencillos y tradicionales, no son los elaborados que estarían en la pastelería, pero si que les pongo mucho cariño también. Luego, para los cumpleaños si que les hago un buen pastel. 

¿Cuál es el postre fácil de hacer? 
(Sin dudarlo) La mouse de chocolate. 

¿Y cuál es el postre difícil de hacer?
No creo que haya un postre difícil de hacer. Hay algunos que requieren más tiempo, y lo que es difícil hoy en día es tener ese tiempo. Todos vamos muy apurados. 

¿Cuál es el postre que le has dado mil vueltas y no termina de salir bien?
(Piensa) Soy muy metódica, así que no me pasa mucho que me quede a medias con un postre. Trato de sacarlo a delante. Paro, reflexiono y sigo. 
He tenido obsesiones, como todo pastelero, con los macaron hasta que quedaron perfectos, o con los baños de un pastel que sean impecables. Ese tipo de obsesiones. 
Soy muy analítica así que siempre que creo un postre o un pastel lo pienso antes, lo escribo y lo dibujo. Luego ya paso al ensayo y error. 

¿Cuál es el postre que recuerdas con especial sensibilidad?
Me gustó un pastel de chocolate que tenía una mouse de guanaja al 70%, y una mouse de chocolate con leche y azafrán, el interior era de frambuesa. Creo que la combinación entre la frambuesa, el azafrán y el chocolate amargo eran muy interesantes. Sí, quizá elijo este. 

Una bebida
El champan o el cava… y en buena compañía.

Un sabor
El de la frutilla, siempre fresca, con un toque cítrico que tiene. (frutilla: nombre común en América del Sur del fruto de la fragaria, la fresa)

Un olor
El jazmín

Un color
El blanco

¿Qué es un postre par el cliente?
Para mi tiene que sorprenderlo, tiene que emocionarle el paladar y que se vaya feliz con el recuerdo.

Un referente en la cocina
(piensa) Hay muchos… pero si tengo que elegir uno, a día de hoy, Oriol Balaguer. 

Un referente en la vida
Mi madre

Un personaje
Michael Bras 

Admiración por
Por toda la gente que trabaja con sacrificio y entrega. 

Lo que queda pendiente
Tener una pastelería. Lo viví, volver a ello. 

Un destino
Siempre digo que volver a Barcelona, pero ya que estamos aquí, la playa. 

Un hotel
La terraza del Hotel Omm, aquí en Barcelona. (risas)

Un restaurante
(sin duda) Boragó, de Rodolfo Guzmán, en Santiago de Chile.

Un libro
La Pastelería de Pierre Hermé, de editorial Montagud. Un libro lúcido y lúdico, me gusta. 
Tuve la suerte de estar en Espai Sucre para uno de los concursos de The Best Restaurant Dessert, y él estaba allí, así que me pudo firmar el libro. Verle fue emocionante, fue un día especial. 

En diez años 
(risas) ¿cuarenta?

Una fecha
No soy muy de fechas, pero me gusta la época de Navidad.

Un recuerdo
Qué difícil Sandra. Es muy difícil. Tienes muchos recuerdos, tienes los personales y los profesiones, y me vienen ambos a la mente. 
Pero quizá debo decir, y de de ello hace poco, en Méjico, acudir a Mesa América. Fue una experiencia preciosa tanto a nivel profesional como personal. 
También he de decir que siempre recuerdo el primer día de un restaurante. Sí, el primer día que uno está en un restaurante es brutal. 

Feliz por

Por haber venido a Barcelona un vez mas. Muy feliz. Y espero volver pronto.  

Agosto 2014


































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